Capacidad para denunciar
A menudo se niega el acceso a la justicia a los niños con discapacidad mental porque no saben que lo que les ha pasado estuvo mal, porque no saben dónde denunciar cuando ven vulnerados sus derechos o porque no hay un sitio en el que presentar una denuncia cuando se violan sus derechos. Los profesionales que trabajan con niños con discapacidad mental deben asegurarse de que los niños y sus familias conocen sus derechos, son capaces de reconocer potenciales violaciones de sus derechos y pueden acceder de forma segura a mecanismos de denuncia independientes para formular sus reclamaciones.
Fundamento en las normas de derechos humanos
Concienciación sobre las violaciones de derechos
Antes de interponer una denuncia, los individuos deben ser capaces de reconocer cuándo se ha producido una violación de sus derechos. Los niños, las familias y los profesionales necesitan disponer de información adecuada sobre los derechos humanos de los niños con discapacidad mental. Se han puesto de manifiesto demasiados abusos de derechos humanos en situaciones en las que la víctima nunca acudió a las autoridades, a menudo porque el niño en cuestión no reconocía que lo que le había ocurrido era una violación de sus derechos o porque tenía miedo de denunciarlo. Es necesario informar a los niños de sus derechos humanos, incluido el derecho a presentar una denuncia u oponerse a cualquier abuso o explotación, sin temor a represalias y con la asistencia necesaria. Asimismo, es importante que las familias y los profesionales reciban formación para reconocer violaciones de derechos humanos que afecten a niños y para aprender qué cauces formales deberían activarse cuando se produzca una denuncia. Se puede aumentar la concienciación mediante el uso de herramientas educativas en materia de derechos humanos adaptadas a los niños y que tengan en cuenta consideraciones relativas a la discapacidad, tales como «These Are Your Rights» y el Texto Adaptado para Niños de la Convención sobre Discapacidad.
El artículo 42 de la Convención sobre los Derechos del Niño impone a los Estados Parte el deber de «dar a conocer ampliamente los principios y disposiciones de la Convención por medios eficaces y apropiados, tanto a los adultos como a los niños». Esto significa que se debería educar a todos los niños, a las familias y a los profesionales sobre los derechos recogidos en la Convención. El artículo 8 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad es incluso más exhaustivo en cuanto a la obligación de los Estados de fomentar la concienciación en relación con los derechos de todas las personas con discapacidad (incluidos los niños). Impone a los Estados el deber de «sensibilizar a la sociedad, incluso a nivel familiar, para que tome mayor conciencia respecto de las personas con discapacidad», de «fomentar actitudes receptivas respecto de los derechos de las personas con discapacidad» y de «fomentar en todos los niveles del sistema educativo, incluso entre todos los niños y las niñas desde una edad temprana, una actitud de respeto de los derechos de las personas con discapacidad».
Existencia de mecanismos de denuncia
Una vez que se ha tomado conciencia sobre los derechos humanos, el siguiente paso es asegurar que existen mecanismos de denuncia efectivos e independientes, y que se puede acceder a ellos en respuesta a una alegación de una violación de derechos. La necesidad de que existan recursos efectivos frente a las violaciones de derechos humanos es un principio establecido desde hace mucho tiempo en el Derecho internacional en materia de derechos humanos, y así lo reconocen tanto la Declaración Universal de los Derechos Humanos (artículo 8) como el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (artículo 2.3).
Los profesionales que trabajan con niños tienen la responsabilidad de garantizar que existen dichos mecanismos en los ámbitos en los que trabajan -y que se pueden establecer conexiones entre los distintos mecanismos de denuncia para eliminar solapamientos y asegurar un tratamiento integral de las denuncias-. Es importante que los profesionales reciban formación sobre los mecanismos de denuncia relevantes en su campo, así como que tengan un conocimiento práctico de los mecanismos de denuncia alternativos, a los que se puede acudir cuando los procesos de denuncia locales o temáticos no producen un resultado efectivo para el niño.
Por ejemplo, cuando un procedimiento interno de denuncia dentro del sistema de salud o educación no ofrezca un resultado positivo para el niño, los profesionales que trabajen con niños y sus familias deberían poder orientarlos hacia otros mecanismos para actuar frente a la violación de derechos humanos de que se trate, incluidas las vías de reparación previstas por las instituciones nacionales de derechos humanos, los organismos de igualdad y las oficinas del Defensor del Pueblo. Existen directrices y orientaciones disponibles para que los procesos de denuncia de estos organismos sean accesibles para los niños -incluidos los niños con discapacidad mental-, como este estudio de UNICEF publicado en 2012. En dicho informe, UNICEF destaca algunas buenas prácticas, como la Oficina del Defensor Provincial de los Niños y los Jóvenes (Office of the Provincial Advocate for Children and Youth) en Ontario, Canadá, que visita mensualmente los colegios para niños con graves dificultades de aprendizaje, con el objetivo de escuchar sus experiencias en el acceso a los servicios.
Cuando los procesos de denuncia no produzcan un resultado efectivo para el niño, se debe acudir a los recursos judiciales ante los tribunales nacionales. Una vez que se hayan agotado los recursos nacionales, se podrá acudir a los mecanismos regionales e internacionales de derechos humanos, incluido el planteamiento del caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos o la presentación de una denuncia individual ante un órgano basado en la Carta de las Naciones Unidas, como el Comité sobre los Derechos del Niño o el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Se puede consultar más información sobre la presentación de denuncias individuales ante los órganos basados en la Carta de las Naciones Unidas aquí.
Concienciación y capacidad para acceder a los mecanismos de denuncia
Una vez que se han establecido los mecanismos de denuncia, los profesionales que trabajan con niños y sus familias deben asumir la responsabilidad de fomentar la concienciación con respecto a la existencia de dichos mecanismos. Asimismo, deben recibir formación para asistir a los niños y a las familias para que puedan acceder a estos mecanismos cuando sea necesario para resolver una violación de derechos de humanos. Aunque todos los mecanismos de denuncia deberían ser accesibles, puede hacer falta que los profesionales faciliten el acceso a estos mecanismos para los niños y las familias de distintas formas -por ejemplo, intentando que la información sobre los procesos de denuncia se ofrezca de forma accesible para los niños, así como facilitando la participación de los niños a lo largo del proceso de denuncia-.
Importancia para los niños con discapacidad mental
En primer lugar, es necesario que los mecanismos de denuncia estén adaptados a los niños y tengan en cuenta consideraciones relativas a la discapacidad. También es importante fomentar la concienciación sobre la existencia de estos mecanismos y cómo usarlos. En segundo lugar, dadas las barreras específicas a las que se enfrentan estos niños y las complejas y diversas estrategias de comunicación que pueden emplear, también es importante que los terceros, incluidos los profesionales, puedan iniciar procesos de denuncia en nombre de los niños cuando se descubra una potencial violación de derechos humanos. Esto es especialmente importante cuando los niños y sus familias tengan miedo a las represalias o no puedan acceder a mecanismos de denuncia independientes por diversos motivos (incluido el aislamiento geográfico, la falta de conocimiento de los derechos y prerrogativas, etc.).
La aplicación web “Proteger Brazil” (Protect Brazil) es un buen ejemplo de una herramienta para presentar denuncias por parte de los niños con discapacidad mental o para hacerlo en su nombre. La aplicación se puede descargar en smartphones o tabletas y se basa en la ubicación geográfica del usuario, ofrece información de contacto actualizada sobre las comisarías de policía, los Consejos de protección y otras organizaciones que combaten la violencia contra los niños en las principales ciudades brasileñas. La aplicación utiliza ayudas visuales sencillas para ofrecer información sobre las distintas formas de violencia contra los niños y se podría adaptar para su uso en distintas ciudades, haciéndola más accesible para los niños con discapacidad mental.
Por último, los profesionales tienen la responsabilidad de desarrollar y recibir formación sobre el uso de información en materia de derechos humanos y de mecanismos de denuncia que esté adaptada para niños y que tenga en cuenta consideraciones relativas a la discapacidad, asimismo deben procurar una amplia difusión de dicha información. Es importante garantizar que dicha información está disponible incluso en lugares en los que los niños puedan estar en situaciones de aislamiento o de vulnerabilidad, incluidos supuestos de detención o de atención residencial en entornos segregados.
Aptitudes particulares
Los profesionales deberían desarrollar determinadas aptitudes con el objetivo de identificar las violaciones de derechos humanos que afectan a los niños con discapacidad mental, aprender cómo elaborar y localizar información visual fácil de leer sobre derechos humanos y procesos de denuncia para niños con discapacidad mental, desarrollar distintas estrategias de comunicación y llevar a cabo esfuerzos de divulgación para acceder a niños aislados que pueden ser vulnerables frente a abusos de derechos humanos. Se pueden consultar algunos ejemplos de buenas prácticas para el desarrollo de estas aptitudes aquí, e incluyen la información sobre derechos humanos adaptada para niños, elaborada por la Oficina del Comisionado del Menor en Irlanda del Norte. Otro buen ejemplo de las aptitudes que se pueden desarrollar para garantizar un acceso efectivo a la justicia, son las actividades de divulgación como las de la República Checa, dirigidas a los inspectores de las instituciones educativas infantiles y que incluyen la concienciación sobre los mecanismos de denuncia existentes y cómo utilizarlos.